La semana pasada fue agitada para los ganaderos. Una circular enviada el viernes 2 de agosto por el jefe de la División Pecuaria del SAG, Óscar Videla, a los directores regionales de la institución, rápidamente encendió las alarmas entre los productores.
En tres párrafos, el documento informaba que a contar el 24 de julio de este año, el mercado chileno estaba abierto para la importación de bovinos en pie destinados a la reproducción provenientes de Argentina. La determinación sorprendió al sector pecuario, que no tenía conocimiento de una negociación en esta materia con el país vecino, según distintos gremios consultados.
El anuncio generó una seguidilla de reuniones la semana pasada entre los gremios nacionales y regionales con las autoridades del SAG, que condujeron a que se suspendiera la medida cinco días después.
“En consideración a las diversas interpretaciones y dudas que generó la información, el SAG se ha puesto a disposición de las organizaciones ganaderas para conversar y entregar las máximas garantías de las medidas de control de los riesgos sanitarios que se pudieran considerar. Es así como con fecha de 6 de agosto se suspendió la medida, con el fin de que estas conversaciones se realicen sin presión”, afirma Óscar Videla.
La mayor preocupación de los ganaderos, productores de leche y plantas faenadoras es que una decisión así ponga en riesgo el patrimonio zoosanitario nacional, ya que Argentina tiene enfermedades que en Chile están erradicadas, como la fiebre aftosa.
Fuente: El Mercurio Campo 12 de Agosto de 2019